martes, 30 de septiembre de 2014



Ácido Hialuronico, Botóx  “Toxina Botulínica”

Hay varias técnicas que permiten en la actualidad atenuar y frenar la profundidad de las arrugas. En el tercio superior del rostro es muy común tener las famosas “arrugas de expresión”, que son un tipo de línea “dinámica”, esto quiere decir que se forman por la contracción muscular repetida a lo largo de los años lo cual va dañando la piel en forma constante formando líneas sobre la superficie de ésta.

Para las arrugas “dinámicas”, lo más efectivo es el uso de toxina botulínica, la cual relaja el músculo evitando su contracción. Este relajamiento le da un “respiro” a la piel, la cual aprovecha la ocasión para reparar el daño (atenuación de líneas de expresión). Un ejemplo de estas arrugas son: líneas del entrecejo, frente y "patas de gallo".

Existen otro tipo de arrugas que se producen por la fuerza de gravedad, las líneas “estáticas”, se forman principalmente en el tercio inferior del rostro. Un ejemplo son los surcos nasogenianos, y las líneas de marioneta (comisuras caídas). Estas líneas o surcos se rellenan con un material denso, como un gel, que es el ácido hialurónico.

El ácido hialurónico tiene 3 funciones: rellenar, hidratar profundamente y estimular la producción de colágeno de la zona inyectada. Por lo tanto, al aplicar ácido hialurónico estamos frenando el daño por un lado, rellenando y regenerando la piel por otro.

Tanto la toxina botulínica como el ácido hialurónico son tratamientos, que aplicados en forma constante en el tiempo, logran detener el daño y reparar la piel (dentro de ciertos límites).

El Objetivo es mantener un rostro natural y mantener nuestra piel los más sana posible en el transcurso de los años.

Dr. Ignacio Galdós Barcia
Medicina Oral y Estética Facial


No hay comentarios:

Publicar un comentario

Nota: solo los miembros de este blog pueden publicar comentarios.