Regeneración ósea
Tras
una lesión, incluidas la extracción de un diente o la inserción de un implante,
el hueso puede reconstruirse por medio de procesos fisiológicos de remodelación
o cicatrización. En estos procesos pueden incorporarse materiales de aumento
óseo para favorecer o estimular el crecimiento del hueso en zonas en las que
haya desaparecido como consecuencia de procesos patológicos, traumáticos o
fisiológicos. Estos sustitutos óseos pueden actuar sobre el hueso huésped por
medio de tres mecanismos diferentes: osteoconducción, osteoinducción y/o
osteogénesis
Osteoconducción
La
osteoconducción caracteriza el crecimiento óseo por aposición, a partir del
hueso existente y por encima del mismo. Por consiguiente, se necesita para
dicho proceso la presencia de hueso o de células mesenquimatosas diferenciadas.
La cicatrización ósea alrededor de un implante osteointegrado es un proceso
osteoconductivo y sigue las fases típicas de remodelación a nivel de la
interfase hueso-implante.
Los materiales osteoconductivos son biocompatibles. Se pueden desarrollar tejido óseo o tejidos blandos por aposición sobre estos materiales sin que se produzcan signos de reacción tóxica. Los materiales osteoconductivos más utilizados en implantología son productos aloplásticos. Los materiales aloplásticos son exclusivamente productos sintéticos biocompatibles desarrollados para satisfacer un gran número de indicaciones. Se fabrican en una gran variedad de texturas, tamaños de partículas y formas, que se pueden conseguir fácilmente.
Los materiales osteoconductivos son biocompatibles. Se pueden desarrollar tejido óseo o tejidos blandos por aposición sobre estos materiales sin que se produzcan signos de reacción tóxica. Los materiales osteoconductivos más utilizados en implantología son productos aloplásticos. Los materiales aloplásticos son exclusivamente productos sintéticos biocompatibles desarrollados para satisfacer un gran número de indicaciones. Se fabrican en una gran variedad de texturas, tamaños de partículas y formas, que se pueden conseguir fácilmente.
Osteoinducción
Un
material osteoinductivo es capaz de inducir la transformación de células
indiferenciadas en osteoblastos o condroblastos en una zona en la que no cabe
esperar dicho comportamiento. Los materiales osteoconductivos contribuyen
especialmente a la formación ósea durante el proceso de remodelación. Los
materiales osteoinductivos más utilizados en implantología son los aloinjertos
óseos. Un aloinjerto óseo es un tejido duro procedente de un individuo de la
misma especie que el receptor, pero de diferente genotipo. Estos materiales
eliminan la necesidad de obtener la donación del propio paciente y se tiene la
ventaja de su disponibilidad, que permite utilizarlos en grandes cantidades. Se
obtienen a partir de cadáveres, y se procesan y almacenan en diferentes formas
y tamaños en bancos de hueso para ser aplicados en el futuro. Existen tres
tipos de aloinjertos: congelados, deshidratados por congelación y deshidratados
por congelación y desmineralizados.
Osteogénesis
La
osteogénesis hace referencia a los materiales que pueden formar hueso, incluso
sin la presencia de células mesenquimatosas indiferenciadas locales. Los
materiales de injerto osteógenos están formados por células óseas vivas, que
producen grandes cantidades de factores de crecimiento para el hueso. En la
actualidad, el hueso autógeno es el único material osteógeno disponible. Las
zonas donantes más utilizadas son los injertos óseos autógenos de cresta
illíaca o injertos óseos locales de la tuberosis maxilar, la rama ascendente o
la sínfisis mentoniana. El hueso medular o trabecular contiene las mayores
concentraciones de osteocitos. Estas células deben almacenarse en suero salino
estéril, lactato de Ringer o solución estéril de dextrosa al 5% y agua para
mantener la vitalidad celular. Está contraindicado el uso de agua destilada
para este cometido, y la sangre venosa no es tan eficaz como el suero salino o
la dextrosa con agua.
Dado
que el material de injerto debe obtenerse mediante una intervención quirúrgica
adicional, se emplea cuando las condiciones para el crecimiento del hueso son
malas y/o junto con los otros materiales si se necesita volumen.
Plasma Rico en Plaquetas
La
estimulación de la regeneración de tejidos del organismo ha sido uno de los
retos más perseguidos y anhelados por los especialistas en variadas áreas
terapéuticas. En el ámbito de la implantología oral, con la aparición del
Plasma Rico en plaquetas se cuenta con una técnica que permite la regeneración
ósea mediante una sustancia autóloga, propia del individuo.
Los
factores de crecimiento están en las plaquetas. En ese concentrado de plaquetas
que nosotros le estamos colocando al paciente en un determinado lugar, de esas
plaquetas se liberan los factores de crecimiento que están dentro del
citoplasma, dentro de la misma célula, y son los encargados de producir la
formación de hueso en ese lugar. De hueso, de fibras, es decir, la producción
de células en un sentido determinado
Las plaquetas o trombocitos son los encargados de formar factores de crecimiento en las etapas iniciales de la cicatrización de una herida.
Las plaquetas o trombocitos son los encargados de formar factores de crecimiento en las etapas iniciales de la cicatrización de una herida.
Dr. Ignacio Galdós
Barcia
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